Al sur de la aldea de La Rosa en el municipio de Yoro, se encuentra una gruta que según se cree llega hasta el Departamento de Olancho, es quizás a manera de túnel. Hasta ahora nadie a podido averiguar el porqué de la cueva, pero es lo cierto que son varias las personas que han osado penetrar hasta muy adentro y se han convencido que se prolonga por el volcán de Ayapa, siguiendo por la cordillera de Sulaco y Misoco.
Se encuentran en ella estalagmitas. En la portada hay piedras elaboradas y la misma puerta está hecha con algún artificio lo que denota que es una obra humana. Es de suponerse que haya sido alguna mina que explotaron nuestros antepasados. No falta quien asegure que es un túnel construido por el duende para ir a la exuberante tierra olanchana. Actualmente tiende a desaparecer y del fondo viene un arroyo que afluye al riachuelo del “Siriano”, que se pone sucio cuando va a “nortear” (Chubasco).
Se le denomina “La Cueva del Tigre” porque cierto anciano, que un día paso por allí curioseando, penetro y del interior vio aparecer un tigre fantástico, pues los ojos parecían dos llamas de fuego y los dientes largos y afiladísimos como colmillos de jabalí, que con su rugido le aterrorizo tanto que inmediatamente se alejó, yendo a contar el suceso a la aldea. Inmediatamente se organizó una comitiva de cazadores, pero fue en vano, pues ya nada encontraron.
Hacía algún tiempo los ganaderos se quejaban de que sus ganados eran diezmados por un misterioso y osado tigre y tuvieron a bien los viejitos contarle al Santo Misionero, quien dijo que era el mismo satanás conjurado que fue el siniestro lugar, ceso desde entonces la perdida de ganado.
Lo que fuera ayer un lugar inhospitalario por la presencia de un feroz tigre que asolaba los predios agrestes de la aldea de La Rosa en el municipio de Yoro, hoy, “LA CUEVA DEL TIGRE”, se ha convertido en un sitio encantador, en donde los turistas disfrutan de lo mejor, en medio de la naturaleza que apasiona.
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